Fotografía de Isabel Miralles
La ausencia
Es como el río manso
que suavemente se desliza por su cauce
sin ruido, sin prisa,
mientras va horadando el fondo
dejando su impronta,
marcando su paso indeleble
sobre la tierra sometida.
Es la caricia consentida
que marca su huella para siempre,
como el amor que se vive apasionado y silente.
Es el amor irreal
que no se despide de frente,
simplemente sigue su corriente
y, poco a poco, desaparece.
Isabel Miralles
26.06.2012
6 comentarios:
Es la caricia consentida
que marca su huella para siempre,,,Muy profundo!!!Una vez lei algo parecido y siempre lo recuerdo..."Prefiero lamentarme de tu ausencia que de ti". Saludos
Muchas gracias, La Soledad, por pasarte por mi blog y por tu amable comentario.
Besos.
Pasa el río ignorando el paisaje.
No recuerda amores vividos;
se aleja dejando olvidos,
sin volver la vista atrás.
Pero su vida será corta
y efímero su caminar.
Mientras, a mí,
me llena de ausencias;
me embarga en melancolías.
Arranca de mí suspiros
y mis lágrimas aumentan su caudal.
Arroba nuestras miradas
y con su hipnótica mansedumbre
impide que nos veamos:
yo en una orilla; ella en la otra...
Tan cerca y tan lejos...
Dejaré al rio marchar.
¡Que se vaya! ¡Que no vuelva más!
¡Que se lleve mis recuerdos!
¡Que los vacíe en el mar!...
Que yo quiero mirar a la otra orilla
allí donde ella está,
porque aunque ancho sea el rio
no es tanto que el amor no pueda salvar.
Excelente metáfora. El río fluye, pero también se seca y deja su huella amarga.
Un abrazo
Muchas gracias MAN por estos bellos versos como respuesta.
Un abrazo.
Gracias Antonio. Casí en todas las cosas, y más en los sentimientos, existe un sabor agridulce. Un abrazo.
Publicar un comentario